sábado, 29 de noviembre de 2014

Extendido Fino y Gota Gruesa Malaria

¿QUÉ MATERIALES  OCUPE?
·       Portaobjetos
·       Lanceta
·       Torundas
·       Agua destilada
·       Giemsa o Wright
·       Microscopio
·        



Pasos que seguí:
GOTA GRUESA Y EXTENDIDO
Con las manos enguantadas, se realiza la limpieza del dedo índice o del
dedo medio de la mano no dominante del paciente; en el caso de niños, se
puede tomar del grueso artejo, del talón o del lóbulo de la oreja. Después
de secar la zona, se punciona con una lanceta estéril desechable en el
borde lateral del dedo entre la yema y la uña, como se muestra en el gráfico
Sitio de punción en el dedo de la mano para la toma de la gota gruesa
Sitio de punción en el grueso artejo para la toma de muestra

Después de limpiar la primera gota de sangre con algodón seco, se
presiona el dedo y se coloca la siguiente gota a 1 centímetro de la
identificación de la lámina; este procedimiento se realiza de manera
delicada colocando la lámina por encima de la gota de sangre y evitando
tocar la incisión hecha en el dedo del paciente.
 Para realizar la gota gruesa, se utiliza el borde de otro portaobjeto (lámina
extensora) y se extiende la gota de sangre con movimientos en N para
lograr formar un cuadrado de aproximadamente de 1 X 1 centímetros, con
un grosor y homogeneidad adecuados y así obtener un mayor número de
campos ideales. Se presiona nuevamente el dedo del paciente y se coloca
la otra gota de sangre a una distancia de 0,5 a 1 centímetros, como se
observa en la figura 3 y se repite el procedimiento anteriormente indicado.
 Se toma la siguiente lámina para efectuar otras 2 gotas gruesas, la
elaboración de esta segunda muestra es muy importante ya que se puede
trabajar en caso de que ocurra algún accidente con la primera muestra. Una
gota gruesa ideal se observa macroscópicamente como una capa continua
y única de eritrocitos que no toca el borde de la lámina.

Extendido:
 Nuevamente se hace presión en el dedo del paciente y se coloca una gota
de sangre a una distancia de 0,5 centímetros de la identificación de la
lámina para realizar el extendido.
 Con la ayuda de otro portaobjeto (lámina extensora) y con una inclinación
de 30 a 40 grados, se deja extender la sangre por capilaridad por el borde
de la segunda lámina la cual se hace deslizar horizontalmente. Para poder
realizar el recuento parasitológico en el extendido de sangre periférica es
necesario contar con el hematocrito del paciente. Finalmente, se limpia el
dedo del paciente y se le suministra una torunda de algodón seca para que
presione con ella la incisión realizada con la lanceta.
 Las muestras se dejan secar a temperatura ambiente en una superficie
plana y libre de polvo, se recomienda proteger las muestras de los insectos.
 Es importante tener en cuenta que el exceso en el tiempo de secado, el
alcohol o el calor pueden fijar la hemoglobina de los glóbulos rojos, lo cual
hace que las gotas gruesa sean inadecuada para el diagnóstico de Malaria.
Después de tener las muestras secas, se colorean con Romanowsky. O giemsa o whriten
 Para evitar la contaminación con sangre de otros pacientes, está indicado
limpiar con alcohol la lámina extensora. Se recomienda secar
perfectamente los restos de alcohol antes de realizar la siguiente toma de
muestra para evitar fijar las gotas gruesas.
COLORANTE
Preparar la solución de trabajo inmediatamente antes de colorear. Por cada
portaobjeto que se necesita colorear, adicionar una gota de solución A y una gota
de solución B en 3 mL de solución amortiguada, en un tubo graduado con tapa y
mezclar suavemente por inversión. Colocar las muestras hacia la concavidad de la
lámina de coloración, adicionar la solución colorante evitando la formación de
burbujas y dejar actuar durante 10 minutos o el tiempo estandarizado de
coloración. La posición invertida de la gota gruesa se prefiere ya que permite una
deshemoglobinización completa por el alto peso molecular de la hemoglobina.
El Romanowsky modificado también se puede utilizar para colorear extendidos de
sangre periférica. Para este fin, proceda a fijar el extendido con metanol dejándolo
deslizar por la superficie de la muestra. Preparar la solución de trabajo con las
mismas proporciones utilizadas en la gota gruesa. Colorear durante el tiempo
estandarizado que generalmente es mayor a 25 minutos. Utilizar guantes
desechables debido a la toxicidad del metanol. La coloración se puede hacer en la
lámina cóncava para favorecer que el precipitado quede en el fondo de la

¿INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA QUE SUSTENTA MI TRABAJO, DE FUENTES CONFIABLES?
GENERALIDADES. El diagnóstico microscópico de malaria con una muestra de sangre, gota gruesa o extendido fino, está basado en la identificación de los parásitos coloreados libres (gota gruesa) o intracelulares en el eritrocito (extendido fino). Los parásitos se identifican por su forma y por la coloración diferencial de sus componentes, es decir, citoplasma, cromatina y pigmento, y se deben distinguir de los elementos formes de la sangre, de otros microorganismos sanguíneos y de microorganismos o artefactos que puedan estar presentes en la lámina o en el colorante. En vista de que los diferentes estadíos sanguíneos de Plasmodium (trofozoito joven o anillo, trofozoito en crecimiento, trofozoito maduro, esquizonte inmaduro, esquizonte maduro, gametocitos inmaduros, gametocitos maduros) tienen mútiples y variadas formas, la coloración diferencial es determinante para una correcta identificación. Las coloraciones de Giemsa y de Wright tienen colorantes ácidos (eosina) y básicos (azul de metileno) que colorean los componentes celulares acidofílicos y basofílicos, respectivamente. En el caso de Plasmodium, el citoplasma se colorea azul, la cromatina (núcleo) se colorea rojo y el pigmento malárico, pardo-amarillo. A partir de una muestra tomada adecuadamente, la calidad de la coloración dependerá de 1] la calidad del colorante, 2] la concentración utilizada, la cual determinará el tiempo a colorear y 3] el pH del agua o solución amortiguadora donde se diluye la solución madre para constituir la solución de trabajo. La gota gruesa es 20-30 veces más sensible que el extendido fino, ya que se observa mayor cantidad de sangre en un área más pequeña. El hecho de que la muestra en la gota gruesa no se fija, permite deshemoglobinizar el frote grueso, dejando los parásitos libres y en mayor número por área, que en la misma muestra procesada como extendido fino. La fijación del extendido fino con metanol, permite observar el parásito dentro del eritrocito y provee un dato adicional para la identificación de la especie de Plasmodium: las características del glóbulo rojo parasitado. Así tenemos, que la gota gruesa es más sensible y el extendido fino es más específico. En el laboratorio clínico se recomienda la utilización de ambas muestras en una sola lámina. En la mayoría de los casos, se hará un diagnóstico certero con la observación de la gota gruesa solamente. En los casos en que se encuentren solamente trofozoitos jóvenes, es recomendable observar el extendido fino para determinar si pertenecen a P. vivax ó a P. falciparum, al observar las características del eritrocito parasitado. INTERPRETACION DEL DIAGNOSTICO MICROSCOPICO EN LA PRACTICA MEDICA. El clínico, médico o enfermera, debe de saber si el laboratorio realizó una gota gruesa o un extendido fino o ambos. Con la tendencia de llamar "hematozoario", que significa protozoo sanguíneo (Plasmodium, Trypanosoma, Leishmania, Babesia, entre otros) al examen para la búsqueda de Plasmodium en la sangre, se pierde el conocimiento de como se procesa la muestra. La importancia de esto radica en que parasitemias bajas no son detectadas en el extendido fino. Otro aspecto importante es la relación del resultado con el hecho de tomar la muestra durante el paroxismo febril. Todos los estadíos de P. vivax circulan en la sangre periférica con o sin fiebre. Por otro lado, solamente los trofozoitos más jóvenes de P. falciparum, aquellos que se encuentran durante y unas horas después del paroxismo febril, y los gametocitos, circulan en la sangre periférica. Los trofozoitos maduros y los esquizontes se "secuestran" en la circulación profunda a través de una interacción receptor-ligando entre el glóbulo rojo parasitado y las células endoteliales de los capilares. Es decir, que aun con un resultado microscópico negativo, un individuo puede tener malaria falciparum. Para eliminar esta posibilidad, se debe tomar la muestra durante o unas horas después de la fiebre. Esto es verdad para individuos no-inmunes con malaria falciparum, en los cuales el parásito desarrollará gametocitos hasta después de 4-5 gametogonias, es decir 8-10 días de evolución de la enfermedad. También se debe correlacionar la intensidad de las manifestaciones clínicas con los estadíos presentes y la intensidad de la parasitemia. Los gametocitos no rompen los eritrocitos y por lo tanto no producen síntomas. Es decir, que en un individuo agudamente enfermo en el que sólo se identifiquen gametocitos, no se debe asumir que la causa de los síntomas es el Plasmodium y se debe buscar otra infección concomitante. En los casos en que la fiebre no es intermitente sino que diaria o continua, se identifican todos los estadíos. En esta situación, los parasitos maduran a un ritmo diferente y rompen los eritrocitos en diferentes momentos. En individuos noinmunes, aún a parasitemias bajas los síntomas pueden ser intensos. En cambio, los individuos que residen en áreas endémicas tienen presentaciones sub-clínicas o asintomáticas a parasitemias bajas. La parasitemia se puede estimar a través de un sistema de cruces, a través de conteo de parásitos por una cantidad definida de leucocitos en la gota gruesa, o a través de porcentaje de eritrocitos parasitados en el extendido fino. En las dos situaciones últimas, si se posee el conteo de leucocitos o el conteo de eritrocitos, respectivamente, es posible calcular el número de parásitos por microlitro de sangre. La estimación de la intensidad de la parasitemia por cualquiera de estos métodos, se puede utilizar para determinar el impacto clínico de parasitemias similares en individuos con diferentes características, por ejemplo, niños versus adultos, embarazadas versus no embarazadas, individuos inmunes versus no-inmunes; y para evaluar la respuesta al tratamiento.
INTERPRETACION DEL DIAGNOSTICO MICROSCOPICO
DESDE EL PUNTO DE VISTA DE SALUD PUBLICA. La interpretación es diferente si los datos provienen de detección activa de casos como en las encuestas parasitológicas que incluyen individuos con y sin síntomas, o provienen de detección pasiva, que incluyen solamente individuos enfermos que demandan el servicio espontáneamente. En las encuestas parasitológicas se detecta un mayor porcentaje de individuos con gametocitos, asintomáticos. Al obtener datos adicionales de los individuos que se enferman se puede estimar el nivel de inmunidad adquirido por la comunidad. Si la transmisión es de una intensidad capaz de estimular la adquisición de inmunidad a lo largo del año, los individuos que se enferman deben de entrar en las siguientes categorías: niños y adultos con pocas infecciones palúdicas pasadas, adultos inmigrantes de áreas no endémicas y embarazadas. El impacto clínico en los individuos que no presentan manifestaciones agudas es de otra naturaleza: bazo disfuncional debido a esplenomegalia y anemia. Otro aspecto interesante de analizar en áreas donde co-existen P. vivax y P. falciparum, es la interacción de estos a lo largo del año y a través de los períodos de mayor transmisión, es decir después de iniciadas las lluvias: quienes se infectan con cada una de estas especies y los síntomas presentes, así como la tasa de infecciones mixtas. En conclusión, existe toda una base conceptual que tanto el responsable del diagnóstico (microscopista, técnico de laboratorio, microbiólogo o parasitológo), el clínico (médico o enfermera) como el epidemiólogo (médico, enfermera, promotor o evaluador del Programa de Malaria) debe poseer para interpretar el resultado del diagnóstico microscópico y obtener el mayor beneficio de esa interpretación, traducido a diseño de medidas eficaces de control y prevención. (López Antuñano FJ y G Schmunis)



Bibliografía

López Antuñano FJ y G Schmunis, E. D. (s.f.). Obtenido de http://www.bvs.hn/RMH75/pdf/1999/pdf/Vol67-3-1999-7.pdf
Nancy Estella Molina Medina, N. M. (s.f.). Obtenido de http://www.proyectomalariacolombia.co/files/cajadeherramientasobjetivo1/Gu%C3%ADaMicroscop%C3%ADa-Malaria-10.2010.pdf

concavidad.


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